Hay recuerdos que no se apagan, aunque uno viva a miles de kilómetros del lugar donde nacieron.
En mi caso, uno de esos recuerdos tiene banda sonora de jingle y olor a asado dominguero.
Son las propagandas argentinas de los 90 / 2000, esas que se metían entre los programas sin pedir permiso y se quedaban grabadas en la cabeza como si fueran parte de la familia.
Hace más de trece años que vivo en Alemania. Mis hijos nacieron acá, y aunque hablamos español en casa, hay muchas cosas que no comparten (aun) conmigo: esas frases, esos guiños culturales que daban sentido a un momento.
Cada tanto me sorprendo diciendo cosas como “lindo día para hacer un asado”, y verles la cara de desconcierto me hace sentir un poco lejos.
Ahí nació la idea: ¿y si podía recrear esa experiencia para ellos?
Así empezó TVArgenta, un proyecto que une dos mundos: la nostalgia y la tecnología.
Una tele noventosa, chiquita, hecha con una Raspberry Pi, una pantalla DSI, un encoder que hace de dial para hacer zapping, y una carcasa 3D impresa que remite a esos televisores de tubo que teníamos en casa.
La idea no fue solo construir un objeto, sino revivir un ritual: prender la tele, girar la perilla y dejar que aparezca lo inesperado.
Detrás de esa apariencia simple hay un corazón digital:
un backend alojado en la Raspberry Pi 4 que se encarga de todo el contenido, la creación de canales, el manejo de metadatos, la generación automática de miniaturas y la sincronización de videos.
Todo ocurre de manera offline, sin depender de internet, como una cápsula de tiempo que reproduce momentos de otra época.
Aca van unas vistas de el backend hosteado en la raspberry pi:
Los canales son basicamente grupos de tags:
En cuanto al hardware, lo único realmente hecho a mano es una pequeña placa de conexiones basada en una protoboard soldable de doble faz.
Ahí hice el cableado para las interfaces de audio, el encoder y otros periféricos, todo conectado con fichas JST XH 2.5 mm.
Esto permite que la instalación sea prolija, modular y segura.
Los cables los armé uno por uno, cortándolos a la medida justa para que todo quedara limpio por dentro.
Aunque TVArgenta nació como un proyecto personal —una forma de acercar a mis hijos a la cultura de la que vengo—, está pensada para que cualquiera pueda adaptarla.
La plataforma permite cargar cualquier tipo de contenido: recuerdos familiares, material educativo, videos locales, o lo que cada uno quiera revivir.
Porque al final, lo que define la experiencia no es la electrónica, sino el contenido.
El diseño 3D de la tele lo hice desde cero, tomando como modelo las teles de los 90s y enfocandome en que sea facil de reproducir y a la vez funcional.
Los archivos de impresión 3D ya están disponibles en MakerWorld, y el código, diagramas y documentación en GitHub, para que quien quiera pueda construir su propia versión.
No hace falta ser ingeniero ni experto en Raspberry Pi: basta con tener ganas de crear algo que te conecte con tus raíces, o que simplemente te haga sonreír cuando gires la perilla y suene ese ruido de estática tan familiar.
A veces pienso que, en tiempos donde todo se transmite por streaming y nada parece durar más de unos segundos, construir algo que funciona sin internet es casi un acto de resistencia.
TVArgenta no intenta competir con nada moderno: solo quiere recordarte lo que se sentía estar frente a una tele y sentirte en casa.
Quizás la tecnología no solo sirva para mirar hacia adelante, sino también para volver a mirar hacia adentro.
Si este pequeño proyecto logra que alguien se emocione, o que un padre o madre le muestre a su hijos una parte de su historia, entonces ya valió la pena.
Voy a ir subiendo mas info y datos a medida que pueda ir documentando el proceso. Mi meta es llegar a armar las instrucciones completas paso a paso para que otros puedan armar este proyecto.
Voy a estar subiendo updates tambien en Hackster.io